Mi intención era saber quién era y viajé a Piura para hacerle un reportaje que saldría publicado en Etiqueta Negra. El tema me pareció muy interesante, además en ese tiempo estaba en boca de todos y ella se volvió un símbolo mediático. Este texto llegó a publicarse en la revista, pero decidí, junto a la Editorial Sarita Cartonera, publicarla en forma de libro.
Bueno, es que es una adolescente con la respuesta a flor de piel, pero también es una prueba de que el sarcasmo más duro, más hiriente y el más perfecto viene del dolor. Hay momentos en el texto donde hay una risa a medias por parte de ella, queriendo ser burlona y sarcástica con el tema del reconocimiento, pero también hay una mirada contemplativa que viene hacer un poco la mirada del lector, donde eso ya no parece tan gracioso, porque finalmente se está burlando de su padre. Cuando te enfrentas a un personaje complejo como éste, sabes que no vas a encontrar sentimientos pulcros, pero con el tiempo siempre saldrán a flote. Zaraí pasaba horas en convencerme de que era una cuestión de derechos y no era cierto.
Pienso que son dos visiones complementarias. De hecho, luego de “Lima Freak” estaba bastante aburrido de la no ficción y quería probar otros terrenos, aunque ya había probado antes con los cuentos, con la ficción que presenté en “Huancaína Freak”. Por un lado, me gusta estar fuera de la no ficción porque me gusta la invención literaria, pero como cronista me siento muy ligado a la no ficción pura y no me permito inventar nada.
Efectivamente, el nuevo periodismo no tiene nada de nuevo, ni aquí ni en ninguna parte. Digamos que es llamado así porque es una nueva forma de asumir el trabajo periodístico, donde intervienen técnicas narrativas y la mirada del periodista. Mucha gente recién lo conoce gracias al trabajo de la Fundación de Nuevo Periodismo de García Márquez y las revistas Etiqueta Negra y Gatopardo, que formaron un contexto favorable al periodismo literario. ¿Si es una moda pasajera? Creo que eso sólo se verá luego en una perspectiva histórica. Sólo dentro de algunos años podemos darnos cuenta que estaba pasando a inicios del siglo XXI con la crónica peruana.
He pensado salir un poco de la no ficción. El perfil de Magaly Solier en Etiqueta Negra de julio, nació después de ver la entrevista que le hizo Jaime Bayly y me pareció un personaje tan fascinante que me dieron ganas de entrar de nuevo al asunto. Pero ahora me estoy yendo a una beca de escritura creativa en la Universidad de Nueva York. Quiero probar cosas nuevas.